Además de la novela realista, había otro tipo de novela en el Siglo de Oro: la novela idealista, de creación imaginativa que buscaba idealizar la existencia. Los subgéneros de esta son:
- Novela pastoril, de tradición bucólica y estética neoplatina que aparece con “La Arcadia” del italiano Sannazaro y el éxito “Los siete libros de La Diana” del español Montemayor, que versan sobre desventuras amorosas y el amor casto de pastores cultos en una naturaleza idílica. Se trata de pastores “disfrazados” de caballeros cortesanos que tratan los tópicos de beatus ille (dichoso aquel) o el locus amoenus (lugar idílico).
- La novela de caballerías, en las que un héroe va de aventura en aventura y siempre triunfa, con tintes nostálgicos medievales, como las andanzas del hidalgo Don Quijote de Cervantes, que sirven como sátira para abrir los ojos de una sociedad venida a menos pero que aún seguía soñando con las viejas glorias. Su origen se remonta a las obras del ciclo del rey Arturo, el famoso caballero de la mesa redonda que lucha por las injusticias; también las andanzas de Carlomagno o Carlos el Grande. Y español fue la publicación de “Amadís de Gaula” o “Tirante el blanco”, que dieron pie al auge de los libros de caballerías hasta que entraran en decadencia con el enamorado y heroico don Quijote.
- La novela morisca: al igual que los romances moriscos, se caracteriza por su idealización; ya que narra sucesos históricos relativos a las luchas fronterizas entre moros, cristianos y judíos que aún hoy en día se siguen representando en tantas ciudades de la geografía española. Este tipo de novela realista exaltaba la valentía de los héroes, el honor, la generosidad y el amor, que traspasa fronteras y dificultades. Su obra de referencia sería “Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa” y la culminación estaría en “Guerras civiles de Granada”, que narra mezclando historia y ficción la conquista de los Reyes Católicos y la entrega de las llaves de la ciudad de Boabdil “el chico”, poniendo fin a la presencia musulmana y lo que quedaba de Al-Andalus en la península.
- La novela o novella italiana (relato breve que hoy en día pasaría por historia y que se contrapone con el romanzo), entre cuyos representantes destacan Boccaccio o el gran Cervantes, con sus “Novelas ejemplares”. ¿Sabrías decirme cuántas son? Consúltalo aquí. La española inglesa, ambientada en la corte de Isabel II de Inglaterra, fue adaptada por RTVE. ¿Quieres verla? Tienes disponible el filme entero.
- La novela bizantina, el género que dio origen a las novelas de aventuras, de tipo novelesco que se caracteriza por su estructura común: in media res, dos jóvenes amantes desean casarse, pero encuentran graves obstáculos que se lo impiden, hasta que comprueban que el amor sobrevive a todo, que la fidelidad tiene su recompensa. Redescubierta en el siglo XVI a través de las traducciones de los grandes clásicos, Cervantes la cultivará en una obra póstuma en 1617 “Los trabajos de Persiles y Sigismunda”, en la que los dos protagonistas pasan por numerosos “trabajos” y tienen como meta Roma, donde podrán recuperar sus nombres y su identidad. El gran Lope la cultivará en el Barroco con “El peregrino en su patria”, donde suceden naufragios, cautiverios, confusiones, fugas y un laberinto que crea el escritor con su dominio de la técnica escénica, todo ello en la geografía española. Su héroe es Pánfilo de Luján, que se fuga con su amada, pero jura guardar castidad hasta su matrimonio, el final feliz será recompensado.
- El relato lucianesco, por influencia de Luciano, colección de casos satíricos insertos en una trama argumental fantástica en la que el protagonista es un mero testigo de los hechos. Este tipo de novela será muy conocida en el Barroco también, con Góngora y sobre todo con Quevedo.
8. ¿Qué hay que hacer?
- Elige un tipo de novela idealista de los anteriores.
- Busca el título de una de las novelas de ese subgénero.
- Escoge al menos tres personajes de la novela, busca la época y el lugar donde se desarrolla la trama principal.
- Crea un cuento con ChatGPT de 200 palabras. Cámbialo para que esté a tu gusto.
