








Oraciones subordinadas adverbiales de lugar, tiempo y modo
Son las oraciones subordinadas encabezadas por conjunciones locativas, temporales o modales que no sean adverbios relativos.
- SUBORDINADAS ADVERBIALES DE LUGAR: en principio, no existen, ya que todas pueden considerarse subordinadas de relativo sin antecedente expreso. Fuimos donde te dije el otro día = Fuimos (al lugar) donde te dije el otro día.
- SUBORDINADAS ADVERBIALES DE TIEMPO: introducidas por las conjunciones mientras, conforme, según, apenas (No tendrás que volver a estudiar Sintaxis mientras vivas), las locuciones conjuntivas siempre que, una vez que, luego que, a medida que, tan pronto como, una vez, en cuanto (Siempre que me duele la cabeza me tomo una aspirina).
¡Ojo! No hay que confundir estas subordinadas adverbiales con las subordinadas sustantivas que funcionan como término dentro de un Complemento del Adverbio: Te lo daré antes de que te marches. (Antes de eso)
Las adverbiales temporales también pueden tener como núcleo una forma verbal no personal:
- Un infinitivo: Al acabar la investigación se organizó un cóctel.
- Un gerundio: Me caí bajando las escaleras del instituto.
- Un participio (construcción absoluta): Terminada la sesión, los diputados abandonaron el hemiciclo.
Las CONSTRUCCIONES ABSOLUTAS son estructuras introducidas por un participio (las más habituales), un gerundio o un infinitivo que complementan a la oración principal. Se suelen separar de esta por una leve pausa. Terminado el entrenamiento, nos fuimos a casa; Explicada la lección, dio por terminada la clase. La mayor parte de las construcciones absolutas funcionan como CC.
- SUBORDINADAS ADVERBIALES DE MODO: las locuciones conjuntivas conforme a, tal y como, tal cual: Lo hice tal y como me dijiste. También pueden estar introducidas por un gerundio: El mago empezó el número intentando distraer la atención del público.
4.5. Construcciones comparativas, superlativas y consecutivas
Construcciones comparativas
Las construcciones comparativas establecen una comparación entre dos valores de carácter cuantitativo. Por ejemplo, en Eva tiene muchas más amigas que Cristina, estoy comparando el número de amigas.
Las estructuras comparativas pueden ser de tres clases:
- COMPARATIVAS DE SUPERIORIDAD: Luisa está más delgada que el año pasado.
- COMPARATIVAS DE INFERIORIDAD: Juan come menos que yo.
- COMPARATIVAS DE IGUALDAD: Luis es tan alto como tú.
Se llaman COMPARATIVOS SINCRÉTICOS los que contienen implícito en su significado el cuantificador comparativo. Los comparativos sincréticos adjetivales son: mejor (`más bueno´), peor (`más malo´), mayor (`más grande´), menor (`más pequeño´). Los dos primeros son también adverbiales: mejor (`más bien´), peor (`más mal´). También son adverbios comparativos sincréticos antes (`más pronto´) y después (`más tarde´).
En las construcciones comparativas existen muchos elementos elididos, que se pueden recuperar a través del contexto o la situación. Por ejemplo, en la oración Hacienda va a recaudar más este año, solo el contexto nos permite recuperar el sentido de la oración: más impuestos este año que el año anterior
Construcciones superlativas
El superlativo se expresa mediante un superlativo absoluto (Juan es altísimo) o un superlativo relativo (El jugador más alto del equipo no ha venido). Esta construcción tiene un modificador (más), el núcleo (alto) y el llamado Complemento Restrictivo (del equipo).
Construcciones consecutivas (consecutivas intensivas)
El análisis de las construcciones consecutivas es similar al de las comparativas. Están formadas por un adjetivo determinativo tanto/tanta/tantos/tantas o tal/tales, la conjunción que y una oración subordinada.
4.6. Construcciones causales, finales e ilativas
Las nociones de `causa´ y `finalidad´ están estrechamente relacionadas. Así, yo puedo decir Me quedo en casa porque quiero ver First Dates (expreso el motivo), o Me quedo en casa para ver First Dates (expreso el propósito). Las oraciones causales tienen carácter retrospectivo, mientras que las oraciones finales tienen carácter prospectivo.
Construcciones causales
Las llamadas tradicionalmente ORACIONES SUBORDINADAS CAUSALES pueden ser de dos tipos:
- Causales INTERNAS DEL PREDICADO o causales del enunciado: Señalan la causa de la acción o estado de cosas descritos por el verbo. Funcionan como CC de causa. Me fui porque no aguantaba más.
– ¡ojo! Los límites del CC de causa con el CRégimen son sutiles. Así, son CRégimen: Se desvivía por que (o porque) los huéspedes recibieran las mejores atenciones; Los murciélagos se caracterizan por que se orientan milagrosamente en la oscuridad, Se interesaba por que (o porque) el armamento estuviera en perfecto estado.
– Por el contrario, son CC de causa: Corre todos los días porque así se olvida de sus problemas; Dimitió porque la falta de previsión era inaceptable.
- Causales EXTERNAS AL PREDICADO: se distinguen, al menos, dos clases:
- Causales de la enunciación: expresan por qué se ha emitido ese enunciado. Por ejemplo, Llueve, porque veo a la gente con paraguas puede parafrasearse como Llueve, lo digo porque veo a la gente con paraguas.
- Causales explicativas: expresan que se considera correcto o adecuado lo expresado en la oración principal. Felipe, pues así se llamaba mi novio, se cayó por un barranco.
Magnífico taller presentado por Teresa Amores Sierra en el CFIE sobre las adverbiales impropias: oraciones de porque. Acceso a la presentación más abajo.
Construcciones finales
Al igual que las causales, pueden ser internas o externas al predicado.
- Finales INTERNAS del predicado : Leo un rato antes de dormir para coger el sueño. Tienen sentido final una serie de construcciones encabezadas por la preposición a: El delegado ha bajado a jefatura a protestar por el frío que hace en su clase.
¡ojo! También hay que comprobar que no se trata de un CRégimen: El termostato sirve para regular la temperatura. Estoy preparado para cualquier imprevisto.
- Finales EXTERNAS al predicado: se establecen, al menos, dos grupos:
- Finales de la enunciación: expresan la finalidad con la que se dice algo. Ya he limpiado mi habitación, para que luego digas que soy un desastre.
- Finales explicativas: encabezadas por la conjunción que (Dile algo, que no te va a comer), las locuciones preposicionales a fin de, al objeto de, en orden a… (Con el objeto de ser recibido por el señor alcalde , escribí esta carta).
Muchas conjunciones y locuciones conjuntivas, tanto causales como finales, (porque, a causa de que, para que, a efectos de que, a fin de que, al objeto de que, en orden a que…) que terminan en la conjunción que, tienen dos posibilidades de análisis: / conjunción subordinante + oración subordinada causal o final/ o /preposición+ oración subordinada sustantiva/. Por ejemplo, en Llamé a mi madre para que no se preocupara, para que puede ser la locución conjuntiva que introduce no se preocupara, o para puede ser la preposición que introduce la subordinada sustantiva: Llamé a mi madre para eso. (Los CRégimen solo admiten el segundo tipo de análisis).
Construcciones ilativas (consecutivas no intensivas)
Introducen una consecuencia que deriva naturalmente de lo que el hablante ha expresado. Al contrario que las consecutivas, no dependen de la intensidad del hecho o acción. Están introducidas por luego, conque o las locuciones conjuntivas de forma que, de modo que, de manera que, de suerte que, así que, así pues… Tengo que estudiar mucho, así que he pedido a mi mayordomo que no me moleste nadie. Se ha ido la luz, conque he decidido irme a dormir.
Cabe distinguir igualmente dos tipos de subordinadas ilativas:
- Ilativas internas al predicado o ilativas del enunciado: Va a helar esta noche, así que sube la calefacción (subir la calefacción es la consecuencia natural de que va a helar).
- Ilativas externas al predicado o ilativas de la enunciación: Has subido la calefacción, así que va a helar esta noche (la ilativa es una deducción lógica de la premisa inicial).
¡Ojo! No hay que confundir con construcciones ilativas algunos adverbios o locuciones adverbiales que funcionan como conectores discursivos: consecuentemente, consiguientemente, en consecuencia, entonces, por lo tanto… Por lo tanto, las afirmaciones del autor son falsas.
Finalmente, hay que insistir en que existen estrechos vínculos entre las oraciones causales, finales e ilativas, por lo que su distinción es en ocasiones compleja.
4.7. Construcciones condicionales y concesivas
Tanto las construcciones condicionales como las concesivas forman parte de ESTRUCTURAS BIMEMBRES formadas por dos períodos: la PRÓTASIS (período condicional o concesivo) y la APÓDOSIS.
En ocasiones, algunos de estos segmentos sintácticos aparecen elípticos o incompletos, que pueden recuperarse o interpretarse por el contexto: Si lo compras, me parece bien; si no, también./Aunque Luisa está convencida, yo no. Un caso particular es el de las condicionales y concesivas truncadas, en el que se deja en suspenso la prótasis: Si tú supieras… Si yo tuviera tu edad… Aunque la mona se vista de seda…Construcciones condicionales
Las construcciones condicionales se dividen en:
- CONDICIONALES DEL ENUNCIADO: expresan una relación de causa-efecto entre la prótasis y la apódosis. Si llueve, me mojo. Si como mucho, engordo. Si no viene Andrés, no hay fiesta.
- CONDICIONALES DE LA ENUNCIACIÓN: La prótasis y la apódosis pertenecen a dos unidades enunciativas distintas. Pueden ser de dos tipos:
- Condicionales epistémicas: expresan una relación efecto-causa. El hablante deduce el contenido de la apódosis de la información que aporta la prótasis. Si me mojo, es porque llueve. Si he engordado, es porque he comido mucho.
- Condicionales ilocutivas: No establecen una relación causal y la apódosis se parafrasea con “es cierto”. Si no recuerdo mal, las tortugas pueden vivir más de doscientos años. à Si no recuerdo mal, es cierto que las tortugas pueden vivir más de doscientos años./ Si lo he escrito bien, este es el nombre de la calle.
La prótasis suele estar encabezada por la conjunción si, pero admite otro tipo de nexos: como (Como no te apartes vas a ver quién soy yo); a condición de (que), con tal de (que), siempre que (Con tal de salirte con la tuya eres capaz de cualquier cosa); a menos que, a no ser que, como no sea que (Alonso no aceptará renovar el contrato a no ser que le aseguren el mejor coche); en caso de (que), en el supuesto de (que), a condición de (que), a cambio de (que) (En caso de que no esté abierto, te llamo). También forman prótasis condicionales los esquemas: “de+infinitivo” (De haberlo sabido, te habría avisado) y algunas expresiones lexicalizadas con “a+infinitivo”: A decir verdad, no me lo creo. A no ser que surja, yo no doy el primer paso.
Las prótasis condicionales pueden aparecer en otros contextos sintácticos:
- Como sujeto de verbos que expresan una reacción emotiva: Sería fantástico si (=que) aceptaras.
- Como término de la preposición por, con sentido causal: Te lo digo por si te animas.
- En oraciones exclamativas independientes: ¡Como si no tuviera nada que hacer!
- Formando un INCISO ORACIONAL[3] que interrumpe la apódosis: No volveré a volar, si salimos vivos, con esta compañía. El jueves, si no hay ningún problema, estaré en Katmandú.
Construcciones concesivas
Las construcciones concesivas encierran un razonamiento lógico en el que la prótasis y la apódosis apuntan a conclusiones opuestas. Así en Aunque estaba muy cansado, seguí estudiando Sintaxis hasta las dos, se esperaba que, si estaba muy cansado, no siguiera estudiando. La prótasis introduce un obstáculo que no impide la realización de lo indicado en la apódosis.
Como en las condicionales, puede establecerse la siguiente distinción:
- CONCESIVAS DEL ENUNCIADO: Aunque es bajito, he decidido darle una oportunidad.
- CONCESIVAS DE LA ENUNCIACIÓN:
- Epistémicas: Se niega la relación entre una premisa y una conclusión. Aunque las calles no estén mojadas, debe de haber llovido.
- Ilocutivas: Aunque no estoy seguro, América se descubrió en 1492.
La prótasis puede estar introducida por las locuciones conjuntivas bien que, mal que+pesar, manque (Mal que te pese, Isidoro es mejor persona que tú); las locuciones preposicionales a pesar de, pese a ( A pesar de no estar allí, me sentí muy afectado); las locuciones adverbiales gramaticalizadas como conjuntivas aun a riesgo de, a sabiendas de (que) (Aun a riesgo de quedar malparado, se arrojó desde el balcón).
Finalmente, las prótasis concesivas también pueden estar encabezadas con las preposiciones por (Por más agua que beba, no se me quita la sed; Por muy inteligente que sea, no tiene derecho a dejarme en ridículo), con (Con lo valiente que parecía, no se atrevió a entrar en la cueva) o para (Para ser tan joven, ha llegado muy lejos).
[1] Cuando un grupo de palabras está formado por una sola palabra, se entiende que esa palabra es el núcleo. Por lo tanto, no necesita especificarse esa función.
[2] Fíjate: las relativas introducidas por los adverbios donde, cuando y como, si tienen antecedente, funcionan como modificadores. Si no tienen antecedente expreso, funcionan como CC o término dentro de un CC.
[3] Los incisos oracionales son estructuras parentéticas o incidentales (pueden ir señalados con paréntesis, guiones largos o comas): El vecino, ya te decía yo que era muy raro, ha sido detenido por la policía.
