Lírica barroca

En el Barroco se crearon géneros y estilos, además de afianzar los nuevos modelos renacentistas; sin embargo, esos principios estéticos novedosos no estaban siempre al alcance de todos, tan solo un público intelectualmente preparado podía entenderlo. Y eso lo reflejan especialmente en la lírica a través de dos tendencias: el conceptismo (más orgánico) y el culteranismo (más espiritual). Para entenderlo mejor, recurramos a las barrocas metáforas: si el conceptismo fuera una flor, el culteranismo sería su olor. Veamos la diferencia:

Etimológicamente, conceptismo viene de concepto: se intenta llamar la atención al lector por su agudeza, no por su belleza. ¿Cómo se expresaba en la lírica? A través de frases sentenciosas, emblemas y símbolos, antítesis y paradojas, juegos de palabras y figuras retóricas (calambur, alegoría, sinécdoque, metáfora…). Entre sus representantes: Quevedo, Catalina Clara de Ramírez de Guzmán o Baltasar Gracián..  

El culteranismo, por su parte, es un estilo artificioso, que se aleja del lenguaje diario, enriqueciendo el poder expresivo del lenguaje de manera deliberada. ¿Cómo se expresaba en la lírica? A través de alusiones clásicas, cultismos, léxico colorista, hipérbaton y perífrasis. Entre sus representantes: sor Juana Inés de la Cruz, Góngora o Pedro Calderón de la Barca.

El lugar idóneo para dar cauce a las predilecciones estéticas de los poetas barrocos fueron las academias, como la de Juan de Mal Lara (centro de libre conversación) o de Isabel, hija de Felipe II, que mantuvo en palacio. Pero, ¿qué estaba de moda? Veamos brevemente las escuelas poéticas del momento:

  • Antequerano-granadina: precursora del cultismo y de Góngora, pero más sensual y culta. Procedía de la Escuela Sevillana de Fernando de Herrera “el divino”, que perteneció al círculo humanístico de Juan de Mal Lara.
  • Sevillana: de estilo más clasicista, también se sitúa del lado del culteranismo y de Góngora. Un ejemplo sería Rodrigo Caro y su “Canción a las ruinas Itálicas”, a veces atribuida erróneamente.
  • Aragonesa: opuesta al gongorismo y siguiendo como ejemplo a los hermanos Argensola, poetas e historiadores del Siglo de Oro, que sirvieron como referencia y se situaron en el puntal del clasicismo en Aragón. Su obra la publicó el hijo del mayor de los Argensola en “Rimas”, de corte clasicista.

Ahora, vayamos con los poetas. Nosotros nos centraremos en tres: Francisco de Quevedo, Luis de Góngora y Catalina Clara Ramírez de Guzmán.

FRANCISCO DE QUEVEDO

Francisco Gómez de Quevedo Villegas nació en Madrid y murió en Villanueva de los Infantes unos 20 años más tarde que su antagonista Góngora. Pertenecía a la baja nobleza y no tuvo una infancia feliz, ya que su padre falleció nada más nacer y quedó a cargo de preceptores.

Viajó y viajó. Y como todo artista que quisiera ascender en su profesión, siguió a la corte hasta Valladolid y más tarde Madrid, gracias al favor de la duquesa de Lerma, que le consigue un empleo en palacio. Sabía rodearse de los buenos, así que también contaba con el favor del duque de Osuna, y gestiona su virreinato en Italia, llegando a convertirse en espía al servicio de este e incluso en la República de Venecia tuvo un enfrenamiento contra el Dogo, del que escapó disfrazado de mendigo. ¿Te acuerdas de los Lunnis? Lunnis de Leyenda ha dedicado una de sus canciones a este episodio.

Muerto Felipe III y ascendido al trono Felipe IV, recibe el apoyo del conde-duque de Olivares y el cargo de secretario del rey, se casa con Esperanza de Mendoza y reivindica su señorío. Sin embargo, tendrá problemas con sus enemigos, que denunciarán sus escritos y entre unas cosas, pasará unos miserables años entre rejas.

A esto hay que sumarle su misoginia, su antisemitismo, su cojera, su miopía y las numerosas enfermedades que sufriría a lo largo de su vida: malaria, depresiones, posible esquizofrenia, alcoholismo… profundiza con este artículo si te interesa.

Así fue el hombre, y eso le hizo poeta. Un poeta de gran ingenio que componía de los más sublimes a los más soeces versos, en los que hablaba de amor, de desamor, de su patria, de sus problemas, de sus sueños, de la moral, de la religión y lo hacía con una sátira e ironía incomparable. ¿Qué soneto te gusta más de los siguientes?

¿Y de estos? Consulta este artículo de La Vanguardia: Quevedo a través de sus citas más escatológicas.

Te dejo el enlace al resto de sus sonetos.

Además de sus poemas, realizó traducciones bastante acertadas, escribió una gran novela picaresca «Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos» y cinco narraciones cortas de tipo lucianesco basadas en los desengaños que sufrió durante los años que la compuso. El título es: Sueños y discursos de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños en todos los oficios y estados del mundo. ¿Te haces una idea de qué va? Aquí la puedes leer.

LUIS DE GÓNGORA

Luis de Góngora (por parte de madre, dama de la nobleza) y Argote (por parte de padre, gran erudito) vivió a caballo entre el siglo XVI y XVII. Era amigo de fiestas y juegos, pero sobre todo poeta.

Estudió en la Universidad de Salamanca se reflejan muy bien en la película de Entrenas “Góngora, brillante oscuridad” (2012). Viajó y viajó. Y como todo artista que quisiera ascender en su profesión, siguió a la corte hasta Valladolid y más tarde Madrid, gracias al favor del duque de Lerma, que le nombra capellán de Felipe III. Muerto este y ascendido al trono Felipe IV, pierde los favores reales.

Vuelve a su tierra, donde murió pobre y enfermo, sin haber publicado sus poesías. Sin embargo, fue recordado y admirado por tantos y tantos, especialmente por la Generación del 27, que se reunieron en el tercer centenario de su muerte y comenzaron a gestar una época de las importantes de las letras españolas. Si te interesa, sigue leyendo este artículo de El Mundo.

Fotografía del homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla (1927)

Si paseas por el Barrio de las Letras de Madrid, podrás leer lo siguiente:

Sus versos hablan de la hipocresía, las falsedades de los galanes, la falsa ostentación, los médicos ineficaces (muy en la línea del dramaturgo francés Molière), la delicadeza de la mujer, sus recuerdos infantiles, su tierra, la naturaleza, la belleza… ¿Qué soneto te gusta más de los siguientes?

Mira la adaptación de otro de sus famosos sonetos a la Lengua de signos:

Además de los sonetos, disponibles en esta web, compuso «La firmeza de Isabela» y otra obra inacabada de teatro, más de 200 poemas menores, las incomprendidas «Soledades» y la sorprendente «Fábula de Polifemo y Galatea». Veamos un poco de qué iban estas dos últimas.

Las “Soledades” son silvas de tema pastoril que alaban la vida en la naturaleza frente a la cortesana. La idea principal era dividirla en cuatro partes, correspondientes alegóricamente a una edad de la vida humana y una estación del año, pero no se terminaron. Estas causaron un gran escándalo en su época por su atrevimiento estético y fue atacado por Quevedo, Lope de Vega o Jáuregui en «Antídoto contra la pestilente poesía de las Soledades».

La «Fábula de Polifemo y Galatea” son 64 octavas reales que recogen el mito de Polifemo, hijo de Poseidón, que aparece en “La Odisea”, pero en una versión mucho más barroca, pues el protagonista está enamorado: la historia se desarrolla en Sicilia y narra un trío amoroso protagonizado por el cíclope Polifemo, que no es consciente de su aspecto y está enamorado de la ninfa Galatea, que le rechaza y está prendada de Acis, pero su amor es descubierto por extrañas circunstancias y Acis acaba aplastado por una roca, Galatea pide ayuda a los Dioses y estos transforman su sangre en un agua, convirtiéndose en río.

Baltasar Gracián toma muchos ejemplos de su poesía en su tratado de retórica Agudeza y arte de ingenio, y es que Góngora era todo «i(u)n genio».

CATALINA CLARA RAMÍREZ DE GUZMÁN

Esta autora nació en un pueblo de Extremadura que quiso honrar su memoria con un vídeo basado en los textos de esta autora y otros extremeños. Míralo si quieres conocer Llerena.

¿Cómo era ella? Según quien interprete sus textos, unos dicen que poseía una gran belleza física, lo que explicaría la corte de admiradores; otros que tendría un escaso atractivo, lo que explicaría su soltería. Para unos, burlona y divertida; para otros, cruel y cínica. ¿Y cómo vivió? «Entre la rutina y el desánimo, viviendo muy de cerca los avatares de sus hermanos (los fracasos sentimentales de sus hermanas Antonia Manuela, Beatriz y Ana, y las correrías juveniles de su hermano Lorenzo, la oveja negra de la familia) y asistiendo a los acontecimientos sociales más relevantes de la Llerena barroca». Sigue leyendo si quieres conocer más.

Su poesía es ingeniosa y bastante satírica, de estilo conceptista; en ella narra desde temas cotidianos hasta los amargos enfrentamientos de su familia con la temible Inquisición. Lee y escucha algún ejemplo:

En la biblioteca virtual Miguel de Cervantes tienes disponible una antología poética.

¿Quieres ver cómo escribía? Accede a las obras digitalizadas por la Biblioteca Nacional de España.

Si te interesa conocer más sobre esta autora, te dejo el enlace a una conferencia que dio Dr. Karl McLaughlin en el canal del Instituto Cervantes (está en inglés).

Extraído del blog lclcarmen1bach

Con 68 murió doncella, como declara en este extracto de su testamento; una mujer independiente que, gracias a su personalidad y a su fortuna, no tuvo que casarse ni ingresar en un convento para disfrutar de su vida y de sus poemas.

14. ¿Qué hay que hacer?

Un rap battle, pelea de gallos o freestyle rap; es decir, rapear «de forma improvisada». Para ello, elige tres representantes de tu grupo para que representen a Góngora, Quevedo y Enríquez de Guzmán y rapead (o recitad con ánimo) en verso. En la batalla (que tiene que tener cierto sentido) podrás hacer alusión a sus vidas, sus obras o incluso coger versos o líneas de sus escritos. Al menos tendrá que durar dos minutos. Si te animas, puedes poner una base de rap de fondo.