A partir del 1975, con la muerte de Franco y el fin de la Dictadura, van produciéndose cambios en la sociedad y la cultura española. Aunque la poesía ha sido tradicionalmente un género minoritario, a diferencia de la novela, desde finales de los 60 se observaba un cambio en las tendencias poéticas, principalmente motivado por la irrupción de los Novísimos.
¿Cómo surgió ese grupo? Tras la publicación en 1970 de Nueve novísimos poetas españoles del editor y crítico José María Castellet y con la Movida madrileña de fondo, surgen los conocidos como NOVÍSIMOS O GENERACIÓN DEL 68, también llamados “vececianos” despectivamente. Se presentan como un movimiento de ruptura vanguardista y experimentalismo formal, no creen que la poesía pueda cambiar la realidad y adoptan una actitud formalista. Su poesía es culturalista, con alusiones a escritores o artistas extranjeros y afluencias incluso del pop-rock, el cine, el cómic o los anuncios publicitarios. En el fondo, son herederos del camino que se había abierto con la anterior Generación del 50 y en especial de autores como Francisco Brines o Jaime Gil de Biedma, uno de los poetas más valorados actualmente, que reunió su obra bajo el título de Las personas del verbo.
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Entre los autores más destacados de los Novísimos señalaremos a los siguientes: Pere Gimferrer, autor de Arde el mar o La muerte en Beverly Hills, que comienza su andadura lírica en castellano y pasa a escribir en catalán en los setenta, ha estado en las listas de candidatos del Premio Nobel de Literatura y es miembro de la Real Academia. Guillermo Carnero, alicantino que despuntó con un libro de referencias culturales titulado Dibujo de la muerte. Manuel Vázquez Montalbán, también conocido por sus novelas policíacas. Félix de Azúa, autor muy preocupado por la estética y el arte, conocido columnista y miembro de la Real Academia.
Otro poeta destacado es Leopoldo María Panero, hijo, hermano y sobrino de poetas. Cultivó la imagen de poeta maldito, alimentada en parte por sus problemas psiquiátricos, que recopiló su obra más importante en Agujero llamado Nevermore.
Conoce más sobre este autor a través la crónica de su muerte que elaboró El País.
Como respuesta a la famosa antología, a partir de 1970 aparecieron otras antologías como la de Antonio Prieto: Espejo del amor y de la muerte, que dio a conocer otros poetas catalogados también como novísimos. Estos autores, más relacionados con la capital madrileña, seguían una estética culturalista y alardeaban de lecturas internacionales; se caracterizan también por sus reuniones en casa de Vicente Aleixandre, autor de la generación del 27, que les guiaba como maestro en su trabajo literario.
Destacaremos los siguientes:
- Antonio Colinas, Premio Castilla y León de las Letras y autor de Sepulcro en Tarquinia, muy ligado con el mundo italiano que ha evolucionado hacia la mística.
Me he sentado en el centro del bosque a respirar (Antonio Colinas)
Me he sentado en el centro del bosque a respirar.
He respirado al lado del mar fuego de luz.
Lento respira el mundo en mi respiración.
En la noche respiro la noche de la noche.
Respira el labio en labio el aire enamorado.
Boca puesta en la boca cerrada de secretos,
respiro con la sabia de los troncos talados,
y, como roca voy respirando el silencio
y, como las raíces negras, respiro azul
arriba en los ramajes de verdor rumoroso.
Me he sentado a sentir cómo pasa en el cauce
sombrío de mis venas toda la luz del mundo.
Y yo era un gran sol de luz que respiraba.
Pulmón el firmamento contenido en mi pecho
que inspira la luz y espira la sombra,
que recibe el día y desprende la noche,
que inspira la vida y espira la muerte.
Inspirar, espirar, respirar: la fusión
de contrarios, el círculo de perfecta consciencia.
Ebriedad de sentirse invadido por algo
sin color ni sustancia, y verse derrotado,
en un mundo visible, por esencia invisible.
Me he sentado en el centro del bosque a respirar.
Me he sentado en el centro del mundo a respirar.
Dormía sin soñar, mas soñaba profundo
y, al despertar, mis labios musitaban despacio
en la luz del aroma: «Aquel que lo conoce
se ha callado y quien habla ya no lo ha conocido».
- Luis Alberto de Cuenca, madrileño muy valorado por los lectores jóvenes, ya que reivindica una poesía clara, actual y entendible, además de una elaboración precisa, hasta tal punto que ha sido versionado por Loquillo; una de sus obras más destacadas es La caja de plata y poemas como El desayuno se cita mucho en las redes sociales.
- Luis Antonio de Villena reivindica la masculinidad y la belleza en poemas cercanos a la prosa, además de ser novelista, ensayista y periodista; además de ser jurado en numerosos premios, él mismo ha recibido importantes galardones como el Premio de la Crítica por Huir del invierno. Villena ha acuñado el término postnovísimos para englobar a los atores de la generación siguiente.
En esta nueva época de POSTNOVÍSIMOS, señalaremos a:
- Blanca Andreu, de influencia surrealista que ganó el Premio Adonáis de Poesía con el libro De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall.
Amor mío, amor mío, mira mi boca de vitriolo… (Blanca Andreu)
Amor mío, amor mío, mira mi boca de vitriolo
y mi garganta de cicuta jónica,
mira la perdiz de ala rota que carece de casa y muere
por los desiertos de tomillo de Rimbaud,
mira los árboles como nervios crispados del día
llorando agua de guadaña.
Esto es lo que yo veo en la hora lisa de abril,
también en la capilla del espejo esto veo,
y no puedo pensar en las palomas que habitan la palabra
Alejandría
ni escribir cartas para Rilke el poeta.
(De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall, 1980)
- El leonés Andrés Trapiello, autor de una extensísima obra que ya reúne los veinte tomos bajo el título Salón de pasos perdidos.
- El salmantino Aníbal Núñez, fallecido prematuramente en 1987.
El culturalismo de los novísimos se repite en cierto modo, por lo que las siguientes generaciones se han dividido en dos sectores que tuvieron su enfrentamiento en debates y antologías: LA POESÍA DEL CONOCIMIENTO Y LA POESÍA DE LA EXPERIENCIA.
El primero, influido por escritores místicos, Antonio Machado o autores de la Generación del 50, como Vicente Valente.
El segundo engloba a poetas que triunfaron a final de los ochenta y noventa, que siguen una poesía de comunicación que incluye elementos cotidianos y busca la simplicidad; en este tipo de poesía hablaremos del granadino Luis García Montero, autor de Completamente viernes. Este autor parte de acontecimientos de la vida cotidiana y, con un tono cercano y natural, crea poemas en los que el lector puede reconocerse fácilmente.
Esta polarización se fue relajando con el tiempo y aparecieron diversas tendencias más abiertas a finales de los noventa, como la POESÍA ESTETICISTA, que expresa el goce vital y la belleza corporal y de la noche como ámbito de placer. Algunos poetas importantes son: Juan Antonio González Iglesias, natural de Salamanca y heredero de Cernuda, Gil de Biedma o Villena, publicó un libro titulado Esto es mi cuerpo, que reivindica el cuerpo masculino.
Esto es mi cuerpo… (Juan Antonio González Iglesias)
Esto es mi cuerpo. Aquí
coinciden el lenguaje y el amor.
La suma de las líneas
que he escrito ha dibujado
no mi rostro, sino algo más humilde:
mi cuerpo. Esto que tocas es mi cuerpo.
Otro lo dijo
mejor. Esto que tocas
no es un libro, es un hombre.
Yo añado que esto que te toca ahora
es un hombre.
Soy yo, porque no hay
ni una sola sílaba que esté libre de amor,
no hay ni una sola sílaba
que no sea un centímetro
cuadrado de mi piel.
En el poema soy acariciable
no menos que en la noche, cuando tiendo
mi sueño paralelo al sueño que amo.
No mosaico, ni número, ni suma.
No sólo eso.
Esto es una entrega. Soy pequeño
y grande entre tus manos.
Ésta es mi salvación. Éste soy yo.
Este rumor del mundo es el amor.
También hay cabida para la poesía femenina, que tiene un protagonismo muy fuerte últimamente, con poetas como Ana Roseti o Elena Medel, que triunfó joven con Mi primer bikini.
El panorama poético del NUEVO MILENIO es muy abierto, por lo que resulta difícil valorar estas dos últimas décadas. A pesar de los numerosos autores y obras publicadas, se puede decir que la poesía ha estado dominada por tres editoriales: Visor, Hiperión y Pre-Textos.
Algunas de las corrientes poéticas más importantes han sido: la POESÍA NEOSURREALISTA, con imágenes visionarias que recuerdan en parte al magisterio del grupo del 27. La POESÍA DEL SILENCIO, que parte de la idea de que la palabra es incapaz de transmitir la experiencia poética, por lo que se construyen poemas breves y muy reflexivos. Citemos a Ada Salas.
En el 2015 José Luis Morante publica una antología titulada Regeneración que recoge nombres como Luna Miguel o Elvira Sastre. Esta última cultiva la poesía cercana, directa, romántica y rebelde. Entre sus obras se encuentra Ya nadie baila.
Otro nombre importante es Marwan, cantautor y poeta. Este madrileño, sin apoyo alguno de firma discográfica, ha sido un gran éxito de ventas con sus dos libros de poesía: Todos mis futuros son contigo y La triste historia de tu cuerpo sobre el mío.
Siguiendo una pauta internacional, la poesía ha pasado de ser un género minoritario a ocupar estanterías enteras en las librerías y los grandes almacenes. En los últimos años, los poetas más jóvenes empiezan a conectar con un público más grande gracias a las redes sociales como Instagram.
Lee este artículo sobre la reciente publicación de una antología titulada Millennials: nueve poetas, de Alba Editorial. Reúne a autores de la nueva generación. ¿Será la generación de la que hablaremos en un futuro?
